sábado, 13 de junio de 2009

CAMPEONATO ARAGÓN DE VETERANOS DE PISTA AIRE LIBRE

4 medallas: 3 de plata y 1 de bronce. Huesca. Junio 2.009.



Emil Nikolov mi amigo y chófer. Huesca. Junio 2.009.



Un intérvalo entre las pruebas. Huesca. Junio 2.009.


A una vuelta para acabar el 1.500m. Huesca. Junio 2.009.




Con Manolo doble amputado de brazos. Huesca. Junio 2.009.





Acabada la prueba de 1500m. Huesca. Junio 2.009.



Ayer sábado a las 17:50 empezó mi competición en el "Campeonato de Aragón de Veteranos de Pista Aire Libre" organizado por la F.A.A. (Federación Aragonesa de Atletismo). Las distintas pruebas se realizaron en las pistas de atletismo de la Ciudad Deportiva Municipal de Huesca, que por cierto, a simple vista pude apreciar carencias de accesibilidad en las instalaciones. El nuevo tartán aun olía al pegamento usado para fijarlo al suelo...
Tengo que comentar que a este campeonato regional en pista no llegue en muy buenas condiciones físicas, ya que esta semana tuve la mala suerte de coger un "virus" que mermo considerablemente mis entrenamientos que tenía fijado para esta semana, pero aun así enfermo y bajo de forma, decidí participar a ver que pasaba, con pocas esperanzas de hacer buenas marcas.
A las 17:50 con un calor de justicia que quemaba la piel y un ligero aire en contra se disputó la prueba de los 100m. lisos. Me quede muy cerca de mi marca personal. Las sensaciones fueron muy buenas.
-Empezaba bien -pensé.
Mas tarde a las 18:45 con un bochorno que olía a tormenta y el aire en contra, se disputó los 200m. lisos. Aquí sufrí bastante en los últimos metros. Fue cuando me di cuenta de cuales eran mis posibilidades reales de hacer buenas marcas. Empecé a no encontrarme bien, las cosas no pintaban bien para las próximas pruebas reinas del 400m. y del 1500m...
A las 19:10, sin apenas tiempo para recuperarme del esfuerzo realizado en el 200m., se disputó la prueba del 400m. lisos. El tiempo empezó a cambiar y el cielo resplandeciente una hora antes se cubrió de nubes que presagiaban lluvia, la temperatura aun seguía siendo muy alta. Salí muy rápido con ganas de dar guerra siguiendo de cerca a dos atletas que iban a unos metros delante de mi, y eso pobre de mí, me pasó factura. Cuando me faltaban 100 metros para llegar a la meta me desfondé y llegue cardio a la meta. Me pasé de pulsaciones y tuve que rodar un rato por la pista para recuperar mi ritmo normal cardiaco. A la vez empecé a notar un profundo dolor en la zona abdominal. Peor no podían ir las cosas...
-Peligraba el 1500m. -pensé apesadumbrado.
Como los 1500m. lisos no se realizaba hasta las 20:20 me fui a descansar a la sombra y a tomar con calma una decisión. Las sensaciones eran muy malas y el dolor abdominal no cesaba de molestarme. Con mucho dolor en el alma, en esos momentos tomé la decisión de no hacer el 1500m., era lo mas sensato. Se lo comenté a mi amigo Emo, pero yo seguía sin saber que hacer, era un mar de dudas... La palabra "abandono" no existe en mi vocabulario, y tomar esta dura decisión era para mi como una vergüenza manifiesta. Nunca antes lo había hecho por muy mal que estuviera en la competición, pero es que me encontraba tan mal...
-¿Que hacer?
-¿Abandonar?
-¿Seguir y pagar las consecuencias?
Hecho un verdadero lío de dudas me fui a comentárselo a un atleta que conozco y le dije lo que me ocurría, cuales eran mis sensaciones y le indiqué donde tenía localizado el dolor abdominal. Me dio ánimos y me dijo que esperase hasta el último momento para tomar una decisión. Otra posibilidad mas digna -me comento el- era abandonar en la primera vuelta...
Y así lo hice.
Llegó la hora de la prueba y tomé la decisión de hacerla con cuidado, la temperatura se había suavizado algo y el negro cielo amenazaba a lluvia inminente. Antes de dar la salida el juez, cayeron unas gotas de agua, pero milagrosamente se paró. Si llovía, adiós a la prueba... Tomé la salida a un ritmo conservador y las sensaciones fueron buenas las dos primeras vueltas, pero en la tercera vuelta la cosa empeoró y empecé a sentirme mal, francamente mal. Tuve que incorporarme varias veces en mi silla para relajar la zona abdominal y poder respirar. Utilicé todos mis recursos y trucos aprendidos en estos años de competiciones y así pude llegar a la meta. Los espectadores me animaron mucho durante la carrera...
-¡Lo había logrado!
-¡Había cumplido mi sueño!
-¡Estaba radiante de felicidad!
-¡Misión cumplida!
Minutos mas tarde, recuperado del esfuerzo realizado en la competición, llegó la gran sorpresa para mi:
3 medallas de plata y 1 de bronce!
Este día aprendí una dura lección:
-En atletismo nada se regala sin esfuerzo y sacrificio.

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