miércoles, 25 de julio de 2012

EL SUEÑO

 
 
 
 
 
 









El sueño, el dormir, no es un proceso uniforme y constante. El ser humano en su proceso de dormir, va pasando por diferentes fases que se repiten dentro de ciclos de sueño diferentes cada vez.

Las fases de sueño se clasifican y distinguen en función de parámetros de actividad cerebral a la que acompañan generalmente ciertas conductas. Estas fases de sueño son cinco en total: Fase I, II, III, IV (o sueño Delta) y Fase de sueño M.O.R. (Movimientos Oculares Rápidos) o R.E.M. (en inglés). También las fases de sueño REM y No-REM.

Cada fase del sueño tiene su función, en general los niveles de sueño más profundo (sueño Delta) cumplen la función de descanso físico o corporal, mientras la fase REM tendría más que ver con la recuperación mental y el equilibrio emocional.

Relajarse antes de acostarse ayuda a dormir
Un baño caliente de 20 minutos ayuda a muchas personas a relajarse y conciliar el sueño. Un pequeño automasaje facial, respiraciones diafragmáticas, o incluso una relajación, le van a facilitar el sueño.


Extraído de:
INSTITUTO DE SALUD PÚBLICA,
Consejería de Sanidad. Comunidad de Madrid

VALOR NUTRICIONAL DE LAS NARANJAS Y CLEMENTINAS












VALOR NUTRICIONAL DE LAS NARANJAS Y CLEMENTINAS

Las mandarinas tienen escaso valor calórico y bajo contenido en grasa, aportan cantidades importantes de vitamina C. Aunque contiene menos de esta vitamina que la naranja, supera en contenido de ácido fólico al resto de los cítricos (vitamina que favorece la producción de glóbulos rojos y blancos). El aporte de provitamina A es considerable y superior al de las naranjas. Es destacable su composición en criptoxantina (caroteno), un compuesto que además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, tiene la propiedad antioxidante, por lo que se le atribuye una acción preventiva frente al cáncer y la enfermedad cardiovascular. El contenido del resto de vitaminas, minerales y fibra es apreciable.

Tampoco posee ácido cítrico y ácido málico, responsables del sabor ácido, pero en menor cantidad que la naranja. Además, la mandarina contiene flavonoides (hesperidina, neohesperidina, nobiletina, tangeritina). Concretamente, respecto a la hesperidina (flavanona), algunos estudios indican que posee efectos antiinflamatorios, analgésicos, hipolipidémicos, antihipertensivos y diuréticos en animales e experimentación.

Al igual que otras frutas cítricas, la mandarina también posee sustancias volátiles responsables de su aroma (limonoides) localizadas en la corteza, un tipo de terpenos entre los que cabe destacar el d-limonedo, un importante agente anticancerígeno, cuya efectividad terapéutica está siendo probada en pacientes a los que se les administra oralmente (Moreiras et al, 2009).

Extraído de:
FEN, Fundación Española de la Nutrición