Ceremonia de entrega de Premios (con mi amiga Sara Benito). V San Silvestre de Zaragoza. Diciembre 2.009.
El día amaneció cubierto de negros nubarrones que presagiaban lluvia. Todos los pronósticos meteorológicos apuntaban lluvia la segunda mitad del día... y así pasó. A las tres de la tarde mas o menos, empezó a llover con ganas. El alma se me cayó al suelo hecho trizas, ya que con lluvia se me complican mucho las carreras. No es lo mío lo reconozco. No me gustan las carreras con agua.
45 minutos antes de dar la salida a la carrera, salí apenado de mi casa en dirección al circuito y aun estaba lloviendo. Al llegar a los porches del paseo de la Independencia me guarecí de la lluvia. Seque bien los aros y los guantes y apliqué resina, estaba claro que la carrera iba ha estar pasada por agua...
-¡Pero milagro!... dejó de llover y empezó a salir el sol... aun así, el asfalto estaba muy resbaladizo y encharcado.
A los pocos minutos llegó mi buena amiga Sara Benito, que me iba a hacer unas fotos y ayudarme en varios aspectos de la carrera (logística). Ya lo ha hecho en otras carreras y estamos muy compenetrados, se lo toma muy en serio su cometido. Sabe que su compañía y ayuda es vital para mí y yo se lo agradezco de todo corazón, es un sol de mujer. Tiene unos ojos azules preciosos...
Empecé a calentar por el circuito habilitado para tal fin para los atletas, que a esa hora era un espectáculo multicolor, ya que muchos corredores iban disfrazados. Había un premio para el mejor disfraz. Pude comprobar por el estado del firme, que tendría que tener mucho cuidado en las apuradas de frenada antes de negociar las curvas, sobre toda la que está al lado de las Murallas Romanas. El pavimento es de adoquín y está muy gastado por los años y la circulación rodada.
Con las pulsaciones a mil y totalmente concentrado, me dieron la salida y salí muy rápido. Las sensaciones eran muy buenas. La tracción sobre el aro era perfecta, se notaba el efecto de la resina. Los kilómetros fueron pasando, negocié bien las curvas al límite con alguna derrapada salvaje que se que les gustan mucho a los espectadores. Me gusta en las carreras en las que participo, dar un poco color y espectáculo, se lo merecen por su entrega y calor.
Un gran acierto mío, fue la silla que elegí para esta carrera -Supur TracK TSA Tuning JP2-. Se adaptó a las mil maravillas al suelo mojado. La elección de las ruedas, los tubulares, los reglajes, etc.
El último kilómetro que picaba hacia arriba, pequé de generoso y lo pagué. Sufrí lo mío y se me hizo eterno, aun así no baje el ritmo y entré esprintando dándole todo, en la soñada "Meta". La gran recompensa vino minutos después, había batido mi mejor record que tenía en esta carrera, en dos minutos menos. Tiempo oficial: 18m.39s. Estaba radiante de felicidad y no me lo podía creer -aun a día hoy, mientras escribo este artículo, no se como lo pude hacer-... Mejor imposible para terminar el año.
Luego vino la ceremonia de entrega de premios y salí en compañía de mi amiga Sara a recoger el precioso trofeo otorgado por la organización de la carrera y demás regalos. En homenaje a la ayuda y el cariño de mi amiga, alzamos juntos la copa. Un sueño... ¡No se me olvidarán nunca estos momentos tan intensos y emotivos vividos!...
Desde aquí, quiero dar las gracias a la organización de la carrera: Asociación Deportiva JERÓNIMO ZURITA, por el cariño y generosidad que me demuestran año tras año. Quiero citarlos como ejemplo de "integración y convivencia pacífica deportiva". Para ellos su mayor recompensa a su buen trabajo bien realizado, es la espectación que genera esta carrera en la ciudad. Cada año crece la participación de atletas venidos de todos los lugares de España.
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