Cogiendo sensaciones y ritmo de carrera. I Carrera Popular 10K del Roscón. Zaragoza. Enero 2010.
El día de antes de la carrera pasé una mala noche por culpa de una mala digestión de la cena. Pienso ahora desde la lejanía del tiempo, que fue motivado por el extrés al que estaba sometido en aquellos momentos, por diferentes motivos. El caso es que a trancas y barrancas aquella mañana me dirigí hacia la zona de la salida de la carrera a recoger mi dorsal y el chip. Les comenté a los amigos de la organización, en las malas condiciones de salud que iba a participar y que no podía asegurar si podría terminar la carrera, tenía serias dudas, por los fuertes dolores abdominales y las nauseas que tenía...
Comentar como anécdota curiosa, que salió el típico día de San Valero, con un aire tan salvaje, que parecía como si los habitantes que viven en esta orbe se hubieran dejado las ventanas abiertas de la ciudad...
Salí a un ritmo cómodo, sin agobiarme por los corredores que me adelantaban dándome ánimos, concentrado en el trazado del circuito. Desde el primer kilómetro pude comprobar que las sensaciones empezaban poco a poco a ser buenas y que mis peores temores eran infundados. Los dolores y las malditas nauseas desaparecieron de forma milagrosa. En esos momentos me sentí muy feliz y recobré la poca confianza que tenía en mi mismo antes de empezar la carrera. Según fueron pasando los kilómetros fui acelerando el ritmo hasta ir al acostumbrado en ese tipo de carreras de 10 kilómetros. Hubo tramos donde por causa del aire que me daba de espalda, literalmente volé por este precioso circuito que transcurría por el Parque del Agua, a mas de 25 km./h.
Este nuevo circuito me cautivó por su belleza natural y disfruté mucho con su trazado mixto de tierra y asfalto totalmente adaptado para las sillas de ruedas, así se lo hice saber al término de la carrera, en la "Meta" a los organizadores de la prueba Os Andarines de Aragón.
A los atletas al llegar a "Meta", nos obsequiaron con una bolsa con regalos y un delicioso roscón, que luego en casa mas reconfortado, pude saborear con placer y deleite a la hora de la comida.
La organización de la prueba tubo el gran detalle de premiarme con el Premio al Valor Deportivo, una preciosa pieza artesanal de cerámica realizada en Muel.
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